texto perdido II

Eran dos, pero eran el mismo 
Un eco de él
se propagaba a su alrededor
un halo incierto
real y firme, 
que  al final era uno
un sólo mago
Ese místico mago que  no me quiere
escapa de mi
vuela con su capa mágica por los techos
como gato que salta
él vuela.

Texto perdido I

El pelo que vuela, el agua que toca y los botones tiemblan. Te espero en la cama con el cuerpo abierto, fragmentado en pulpa que florece podrida y renace adornada de tu alud carnal. Tu sabor impalpable, el viento que suena hondo de cuclillas marcadas con moretones sabios. El licor de la noche y la mañana entrante y la sospecha de una sábana que se agota y nos arropa. Tejemos las manos, entreveramos los pelos y decimos que sí. No existe el logos, más sólo bocetos de palabras excusadas, ni tajos impenetrables, sólo tu mórbida boca caliente rosada que roza mi hombro dejando un camino de saliva voluptuosa que no disipa más que hervor elevándose a tiempo para cruzarme en tus piernas y consumirme en ellas.

ffff

No me queda más que un gracias en el pecho y un nudo en la espalda. Un nudo que crece y me llega a tirar el brazo. Él, mi brazo, quiere huír de mí, -yo no lo dejo-, quiero matarlo, a él, al dolor, a alguien, a algo. Me vienen unas ganas viscerales y asesinas de estrangular algo. Le ruego al tendón que no lo siga intentando, no va a poder escapar.
No me lastimes tanto, no te cortes hoy.
Pero el nudo, se expande y yo no soy elástica, no
Es el enojo hecho carne,
el nudo, mi enojo,
el que tengo conmigo.

¿En el fondo, busco la opresión?
¿y en la superficie?

Quedáte hoy, dormí conmigo, no te vayas, mirame fijo y tapame la cara con tus manos.
Eso es la superficie,

Lo otro, miedo al abismo que trae la libertad.

sororas

El poder es el arma de los débiles

El saber, el deseo de los muchos

El infortunio, de las tantas que somos,
y hemos de hacer
el juramento solemne, de querernos 
abrigadas, guarecidas, nunca perdidas.
Mujeres y acompañadas.