martes, 18 de febrero de 2014

Un brillo semejante a la plata.


Ah… pensaron que el mar
Se había convertido en carabela
Y solo se llevaría a algunos
Y traería a cambio
Prosperidad
Comida y razones…

Pero otros lo vieron
malgastando el agua
¡No somos la diversidad!
Somos una historia falsa
Dibujada a medida,
Para satisfacer eternamente
 el deseo ajeno

No somos de aquí… somos de ningún lado
¡Migajas!, agua turbia
Ese agua que sobra, después de cocinar.
Eso somos, ¡un tercero!

Un producto
Productivo
Que asoma la cabeza por la ventana
Para ver como otros
Cortan otras cabezas
Que caen como manzanas prohibidas
De su propia tierra.

Los que se salvaron
No fueron las torres de plata autóctona
Fuimos los  peones.

¿Quiénes?
Esos que no son ni reina ni caballo
Y sirven para hacer cortos y penosos movimientos
Porque tan pronto se mueven y ya se los comen
Ahí se quitan el sombrero, saludan cordialmente
Y se van al cielo


Como un buen cristiano.