Vuelvo de poner la cabeza
en remojo
vuelvo de tus párpados y labios cruzados
-quien pueda detener tus párpados titilantes-
cerrados
en calles
sin alambres
ventanas y plazas
sin rejas.
Me llaman, me llamaban
las hamacas a jugar
con arena y barro
Cuando me cansé de la espiga
pichando mi espalda
y saqué el pié de la piedra
y lavé la esponja con tu cuerpo
me ataste a un árbol de otro
cantaste un ritual de semillas y gansos
me disfrazaste de ramas, de barro seco, canto y arena
un beso me diste
en la frente
y yo
fui pasto
nunca más nos vimos
en ese árbol
ni en esa piedra
ni en esa espiga en mi espalda
serás ¿otro? hoy
¿serás hoy?
alguien que camina los domingos por la rambla de Montevideo
o trepa murales para buscar otras anécdotas
¿serás?
hablarás de políticas de ayer y dormirás
dormirás con una hermosa mujer de piernas que te abrazan