no extraño tu gracia
el movimiento de tus manos
cuando presentabas el plato de comida
como obra de arte, no.
No extraño el perfume que te regalé
tu risa sorpresiva
tampoco
Extraño con empeño
tu cara atrás mío
vos atrás mío
la gota de tu brazo
que caía encima mío
tu brazo que bloqueaba mi movimiento
yo acostada, rogaba
extraño el otro brazo
deslizandose
apenas rozando mi entre pierna
y yo rogaba
imploraba
metémela
a voluntad de un
-por favor, metemela -
y tu brazo bloqueaba mis manos y la capacidad de autogestionarme
y tu mano, casi un viento suave sobre mi culo
y de repente - paf - un chirlo fuerte
y yo otra vez
por favor
mas fuerte
dale
metemela
y vos decías
- No.
- No.
- No.
No hay comentarios:
Publicar un comentario